La competencia intercultural se refiere a la capacidad de interactuar de manera efectiva con personas de diferentes culturas. El desarrollo de la competencia cultural da como resultado la capacidad de comprender, comunicarse e interactuar de manera efectiva con personas de diferentes culturas. La competencia intercultural no se trata solo de evitar conflictos y malentendidos, sino también de fomentar la diversidad cultural para la innovación en el lugar de trabajo. Para poder trabajar y colaborar con éxito en una variedad de dominios culturales y con personas de diversos orígenes, se requiere un conjunto de habilidades para lidiar con la diversidad cultural tanto para los estudiantes como para el personal universitario. La CI es una característica clave para una vida en el mercado laboral cada vez más global y se considera una de las competencias clave para los graduados del siglo XXI.

Se espera que las Instituciones de Educación Superior (IES) proporcionen a sus estudiantes la competencia para trabajar, estudiar y convivir con diferentes culturas y utilizar la diversidad cultural de su entorno como una ventaja para la innovación. Los estudios y nuestra experiencia previa en investigación revelan que el personal académico y administrativo de las IES latinoamericanas lucha particularmente por desarrollar un nivel sólido de CI y carecen de apoyo para desarrollar nuevas metodologías de aprendizaje y formas mejoradas de tecnología para integrarlo en sus planes de estudio. Las IES latinoamericanas han atravesado un proceso de creciente internacionalización en los últimos años y han planificado un período de rápido crecimiento adicional de movilidad internacional. Las universidades de Europa y América Latina asociadas, han llevado a cabo un análisis integral de necesidades a través de perspectivas institucionales, nacionales y regionales.

El análisis de necesidades institucionales se realizó a través de autoevaluaciones de las instituciones participantes y mediante una revisión de sus políticas e iniciativas institucionales. Con base en un análisis integral de necesidades, se identificaron los desafíos específicos en las IES y, por lo tanto, en los países que participan en el proyecto: Falta de conocimientos técnicos para la enseñanza, el aprendizaje y la evaluación de una cohorte estudiantil diversa; apoyar el desarrollo estudiantil de IC en todo el plan de estudios como uno de los requisitos para que los graduados continúen estudiando y empleando en una economía global; iniciativas nacionales y regionales centradas únicamente en la movilidad y no en la IC como una necesidad de desarrollo curricular; falta de provisión y reconocimiento del desarrollo profesional en CI en la evaluación institucional del personal. Estos desafíos enumerados crean la necesidad de oportunidades de desarrollo profesional más personalizadas, integradas en el trabajo y atractivas para que el personal mejore su propio IC y la capacidad de apoyar a los estudiantes en el desarrollo de sus habilidades interculturales dentro del plan de estudios. Para enfrentar de manera competente desafíos culturales tan complejos, el proyecto PROFIC investigó y desarrolló. En El Salvador, fueron dos universidades las participantes Universidad Don Bosco (UDB) y Universidad Tecnológica (UTEC), tres europeas, 2 México, y 3 de Argentina, así como la UDUAL.